27.3.11

cosas de esta hora

la música suena suave a estas horas de la noche. No es que sea tarde, yo ya no cato esas horas... pero es de noche, afuera Madrid está oscuro, llamando a aquellos que se pierden por sus arterias con un cigarro en la mano y una sonrisa medio difuminada por las luces de los coches.

and it's sick that all these battles are what keep me satisfied.
hace mucho de ti, y todavía te recuerdo a veces. hoy eres ese tironcillo de una cicatriz vieja. pero tal vez mañana sangres a chorros. o no seas nada, una marca más en la piel, una de tantas (tengo muchos lunares...)

las canciones siempre acompañan, a ellas les da igual todo, lo que hayas hecho de bueno o malo, lo estúpida y vaga que seas.

miedo al cambio. lo nuevo siempre da miedo. fuera miedos.

estoy leyendo una historia de gente rabiosa. ésa es la palabra, rabiosa. tienen rabia porque no saben a dónde van, porque no van a ningún sitio. su autora pide siempre un rr, pero ¿de verdad quiere oir lo que tengo que decirla? que sus personajes no son reales, están forzados. ojo, no me entendáis mal, me encanta la historia, es divertida y está bien hilada. pero nadie quiere ser así. el dolor que arrastran es por no haber amado nunca, o precisamente por haberlo hecho. pregona ella que ya no quiere saber nada de badboys de pega, que van de duros y capullos por fuera pero por dentro son dulce de leche. y no somos todos así? toda la gente medianamente normal, con ganas de que alguien te quiera. no lo sé, supongo que el ladrón cree que los demás son de su condición... pero sí le diría a nuestra autora que se relaje, que no fuerce. vale, son malísimos; vale, se la suda todo: pero que no se note tanto... no creo que un hijo de puta vaya diciéndose todo el rato lo hijo de puta que es, no? no lo digas, demuéstralo. que nos quedemos helados por lo que hacen, y no por lo que tú nos cuentas, que no haga falta que nos convenzas.

yo una vez también quise escribir, quise ser escritora (entre tantas otras cosas, claro...) pero como todo, se quedó por el camino. las musas no vienen a ver a gente como yo. pero somos los lectores más voraces...

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