New Moon

Edward decía una cosa muy sabia en luna nueva. Decía que antes de Bella vivía de noche, viendo estrellas. Cuando ella llegó fue como encender un sol de medianoche. Hasta ahí todo de acuerdo. (las estrellas las tenía yo un poco fundidas, pero bueno). Cuando bella desapareció, vino la luna nueva. También de acuerdo.

Edward volvió a recuperar su sol, pero yo no tengo esa suerte (o en mi caso, tal vez desgracia). Así que tengo que seguir escribiendo por él.

Creo que cuando mi sol se fue cerré los ojos. Los apreté fuerte, y me concentré en cielos imaginarios, en rayos que carician y calientan la piel. Pero ahora que ya no puedo permanecer más con los ojos cerrados es cuando me doy cuenta de que la noche ha caído otra vez sobre mí, más oscura si cabe. Y anhelo el calor del sol, aunque sé que nunca más me podré poner a su calor, porque me he convertido, me has convertido, para siempre en una criatura de la noche.
 

Ya solo queda buscar motos y acantilados que distraigan el dolor y agiten los cabellos al viento...