11.12.10
visitas que no llegan
Ven a visitarme, vieja amiga.
Podemos perdernos juntas por las calles iluminadas de Madrid.
Tomar un café bohemio o globalizado, agazapadas en un sillón, arrebujadas en amplias chaquetas.
Fumar despacio, deletreando las caladas, saboreando el humo que acompaña.
Reírnos como tontas de las tonterías de la vida, las penurias y los buenos momentos.
Pasear, pasear, pasear...
Ven a visitarme, alegría, que te echo de menos.
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